Todos los capítulos de manhuas, manhwas, mangas y etc., se están subiendo a un nuevo lector. 
Esto tardará unos días ya que son muchos capítulos. Por favor, esperen pacientemente. –PrinceScans

martes, 29 de agosto de 2017

Bad∞End∞Night - Capítulo 7


Mi pensamiento al traducir este capítulo: ¿Esta chica cómo se mete en tantos líos? No tiene fuerza de voluntad ninguna...

En fin, hemos llegado a la mitad de esta novela y aquí les dejo el primer pdf:


-Xeniaxen


Bad∞End∞Night
Novela original en japonés por: Hitoshizuku-P


CAPÍTULO 7. LA BIBLIOTECA
Traducido por: Xeniaxen


El mayordomo y yo volvimos a la sala de estar y salimos al pasillo. Abriendo la puerta enfrente de nosotros, detrás de las escaleras, y bajando por otras escaleras más pequeñas, entramos en la bodega semisoterrada.

Tres de los lados de la pequeña y fría sala tenían botellas de vino alineadas sin apenas espacio entre ellas. Cuando cogí una, algo extraño ocurrió: el líquido de su interior no se movió nada. Me quedé sin palabras, pero el mayordomo me lo explicó.

—Esto es solo una obra de teatro, estrictamente hablando. Tenemos muchos elementos que no se usan y solo sirven de decorado... Nadie usa ni los toca, su único objetivo es ambientar.

Eso hizo que recordara algo. Cuando estaba en el estudio con el señor, probé casualmente la pluma estilográfica que había en el escritorio, y a pesar de que claramente había tinta en la punta, no dejó ninguna marca en mi mano. Creí que simplemente ya no funcionaba y no me detuve a pensarlo. Pero en realidad no funcionaba porque tan solo era parte del decorado de la obra... Si hubiera intentado escribir algo en un papel no hubiera cumplido su función normal como estilográfica. De hecho, el papel también existía solo como decorado, quizá ni siquiera se podía pintar en él.

Sin embargo, definitivamente había cosas como el té y las ollas que funcionaban con normalidad... Le pregunté cuál era la diferencia, y el mayordomo dijo que había objetos que solo podían usarlos por aquellos que "naturalmente" los usarían, así como las salas inaccesibles. En esta bodega, por ejemplo, solo podía entrar el mayordomo, y no otra persona sin una buena razón.

Así que los personajes sí tenían ciertos principios que actuaban sobre ellos para mantener el orden en la obra. Y quizás yo también, como protagonista, tenía límites a mis pensamientos y acciones que ni siquiera podía percibir. Aunque, por ahora, parecía que podía ayudar a los demás y moverme libremente, más que ellos...

Miré al mayordomo a mi lado y lo vi llevando una sola de las muchas botellas, con solo una sola copa de vino que quedaba en ella. Me di cuenta de que el líquido se movía.

—Oh, ese vino...

—Esto es el recordatorio de la fiesta de anoche. Queda solo un poco, pero sé que la baronesa se enfadará si lo tiro... Tiene una buena crianza. ¿Qué le parece? ¿Le gusta el vino?

—Nunca he bebido vino... Pero a la gente a quien le gusta parece encantarle.

—Sí... Es verdad.

Naturalmente, había una cantidad limitada de vino para usar en la obra. Específicamente para la fiesta del primer acto. Así que tenían vino real, funcional, como la botella que estaba sosteniendo ahora.

Buscamos cuidadosamente a través de todos los pequeños agujeros las botellas de vino que existían solo como atrezzo, pero por supuesto no encontramos nada. El tiempo de la obra seguía pasando mientras trabajábamos. Comencé a descuidarmo mientras me centraba en ayudar en la búsqueda de la página, pero tenía que pensar en el objetivo de Burlet, la persona que nos selló, al mismo tiempo.

Mientras trataba de mantener eso en mi cabeza, a veces me encontraba momentáneamente olvidando que era Miku. Tal vez porque todo el mundo se había adaptado tan naturalmente en este mundo artificial. Tal vez por mi tendencia a soñar despierta. Me faltaba una clara distinción entre la realidad y la ficción. Además, era fácil ir acorde con la atmósfera que me rodeaba. Incluso sabiendo que este mundo era falso, todo procedía como si fuera realidad.

Por ninguna razón en particular, examiné la botella casi vacía de vino que el mayordomo sostenía con cuidado. La etiqueta estaba desgastada, y solo por eso ya podía deducirse que era viejo.

—¿Te gusta? Este vino es muy antiguo. Para algunos es exclusivo. De hecho, todo lo que hay en esta bodega son grandes reservas de alta calidad.

—Sé que el vino tiene la reputación de ser más valioso con los años, pero ¿realmente está más bueno el que se deja fermentar durante décadas...? Es decir... ¿más que los recién hechos...? —expuse mis ingenuas dudas al mayordomo.

—¿Quién sabe? Cada persona tiene unos gustos diferentes. Hay de muchos tipos, de diferentes sabores, sequedad y dulzor. Pero, supongo que eso no responde a tu pregunta. bueno... Muchos dicen que cuanto más fermentado está el vino más profundo es su sabor... Es como las personas. Con el paso del tiempo, la experiencia te muestra su carácter, como si no estuvieran satisfechos con no destacar... forman hábitos, como un sabor oculto. Si eso es agradable o no, es una cuestión de preferencias.

>>Por no mencionar que el tiempo siempre avanza hacia adelante. El vino puede haberse hecho con la tecnología más punta de su época y luego estar fermentando durante décadas, pero cuando llega el momento de abrirlo... A menudo, en ese futuro avanzado, es más fácil hacer vino rico sin tener que esperar tanto tiempo a que fermente.

La explicación me recordó una conversación con el barón en la habitación de las colecciones. Me contó que se dedicaba a proteger las maravillosas reliquias que le dejaron sus ancestros del pasado.

—Señor mayordomo, ¿cuál le gusta más a usted?

—¿Hm?

—¿El vino hecho con el esfuerzo de un maestro artesano, madurado hasta su punto más alto de crianza durante años de fermentación... o el vino hecho fácilmente en un abrir y cerrar de ojos con los avances del futuro, pero que aun así es sabroso...? Es una pregunta difícil...

El mayordomo se lo pensó silenciosamente, llévandose su mano a la boca. La estrecha bodega de piedra estaba llena de botellas de vino fermentando, esperando el día de abrirse. Aunque no podían hablar, podía imaginarlas anticipando el juicio de un sommelier. Al cabo de un rato, el mayordomo exhaló y habló.

—A veces, hay gente que dice que incluso el vino mejor madurado está demasiado fermentado para su gusto. Es demasiado viejo. Por eso, la mayoría opina que no debe dejarse fermentar demasiado. Y también...

—¿...?

—Los años pasan, la gente se hace mayor, y sus valores siempre cambian. Lo que en el pasado se consideraba sublime no tiene por qué recibir la misma aceptación en el presente. Es potestad de los que viven ahora deliberar acerca de ello. Cegarse tanto en proteger reliquias del pasado que te olvidas del presente no son más que sandeces... Eso dicen algunos.

—¿Sandeces...?

—Sí. Aun así, a mí... me gustan esas sandeces. Si la gente del pasado supiera lo que hacemos, ¿no se sentirían tremendamente complacidos? Claro que, no es bueno llevar nada al extremo... Si la descendencia vive por sus antepasados, y sacrifica su propia vida por ellos, es una pena.

Una pena... De algún modo, sentí que lo estaba diciendo por mí. Nosotros, la compañía, todos éramos grandes fans de Burlet, y sentíamos que nuestra misión era perpetuar su legado a las generaciones futuras. Pero ¿qué habría dicho Burlet de haber visto los aprietos por los que pasó el elenco del presente? ¿Nos habría dado las gracias por encontrar su obra perdida y hacerla como él siempre había deseado?

No era exagerado decir que la enorme cantidad de publicidad que nos hizo el descubrimiento de Crazy∞nighT permitió que la compañía evadiera temporalmente la bancarrota. El apoyo de nuestros patrocinadores de siempre, el padre de Kaito y el hombre que era fan de Len, nos ayudaron a soportar muchas deudas, según Ia me dijo. Pero en una era cambiante con la industria de entretenimiento en auge, incluso si Crazy∞nighT tuviera un éxito apabullante, no estaba claro si podíamos seguir realizando solo las obras de Burlet sin ningún cambio.

Creí que la razón por la que estábamos atrapados en este mundo ahora era porque había estropeado su obra perfecta, que estaba maldecida por ello, y que él quería que rehaciera la ejecución de su último guion. Que no toleraría ningún error en la interpretación del guion, y la actuación y los decorados tenían que ser perfectos, o Burlet nunca lo perdonaría. Así era la anécdota transmitida en la compañía.

Por eso, me dio la impresión de que Burlet era un hombre estricto y poco compasivo. Pero me pregunto si eso era verdad. Empecé a cuestionar mi conjetura.

—Cuando una reliquia del pasado se recupera en el presente y se preserva para el futuro... ¿Eso realmente contenta a su creador? Si proteges a toda costa algo que parece estar a punto de derrumbarse en cualquier momento...

Agarré el brazalete que llevaba en la mano izquierda, una reliquia de ese legendario escritor que había heredado de mi abuela. Aunque el mayordomo no entendiera qué demonios estaba haciendo... lo que la aldeana estaba haciendo, me escuchó de todas formas. Se quedó mirando mi muñeca y esperó en silencio que terminara la frase.

—Alguien me dijo que todos los objetos se estropean con el tiempo. Pero ¿y si lo que quieres proteger no es un objeto... sino una historia, o una obra de teatro? Incluso las cosas que no son físicas pueden cambiar respecto a su forma original. Pero puede que gracias a estos cambios... Aunque la gente y los tiempos cambien, si las obras cambian con ellos, pueden sobrevivir sin estropearse...

—Su razonamiento es interesante... Es magnífico, de hecho. Hay muchas variedades de gente diferente en el mundo, y hay una infinita variedad de gente que crea obras maestras. No hay forma de saber si están satisfechos o no con sus ejecuciones en el presente... Pero, creo que, de algún modo... Si en el presente las aplaudimos y las apreciamos de todo corazón...

El mayordomo me sonrió con amabilidad.

Acabamos con la bodega de vinos, y procedimos a las habitaciones de invitados de la parte sur. El mayordomo ya había buscado en su propia habitación y en la #4, así que fuimos a la habitación de invitados #1.

—¿Hm...? ¿Había estado aquí antes...?

Mi mano se paró antes de abrir la puerta de la habitación de invitados. Me pareció una vista familiar. Miré alrededor y me di cuenta de que la disposición de la habitación era la misma que en la segunda planta, la que exploré con el barón. Ambos pisos tenían las mismas moquetas, paredes e incluso ornamentos en el techo de los pasillos, así que no estaba segura de en qué planta me encontraba.

—Ah, ha estado buscando arriba con el barón. Sí, esto es justo debajo. La disposición de la primera y la segunda planta es básicamente idéntica. Nosotros también solemos perdernos. Ciertamente, es normal que lo haga un visitante que acaba de llegar... Pero incluso a nosotros nos pasa.

—Ya veo...

Tenía razón, el diseño era tan similar que no podía distinguir inmediatamente si era el primer o segundo piso. Mientras miraba a mi alrededor, mis ojos se detuvieron en cierto punto, y mis piernas me traicionaron. Aunque lo había visto en el segundo piso también... Había una habitación prohibida al lado de la habitación de invitados # 1. Y en el lado norte de la misma había una enorme pintura cubriendo las paredes. Una pintura de una muchacha que bailaba sola en un bosque oscuro... ¿Era este exactamente igual que el que estaba colgado fuera de la habitación prohibida de arriba? Mientras lo miraba de cerca, el mayordomo se acercó a mí.

—Esta pintura también cuelga en el pasillo fuera de la habitación prohibida del segundo piso. 

—¿Exactamente la misma...?

—No, técnicamente son diferentes. La pintura en el segundo piso representa el atardecer... el tiempo justo antes de la puesta de sol. Y esta pintura muestra el amanecer, justo antes de que salga el sol. Los dos juntos son considerados una obra. Su título es Twilight∞nighT.

—Twilight∞nighT... ¿El amanecer y el anochecer...?

—Digamos que te trajeran a ciegas a ver las dos escenas representadas en estas pinturas. ¿Cuál es el amanecer y cuál es el anochecer...? ¿Crees que sabrías diferenciarlas?

—¿Uh...?

—Yo creo que nadie sabría diferenciarlas. Por lo que me contó su previo propietario... en realidad, nadie lo sabe. Ilustra el hecho de que no tenemos manera de determinar si la realidad que vemos ante nosotros es real... o es simplemente una falsificación.

—¡...!

¡¿La realidad...?! ¿Sabía el mayordomo que este mundo era falso, y que su ser real existía en otro diferente? Pero cuando los llamé a todos por su nombre en la sala de estar antes, nadie reaccionó en absoluto...

—El mundo no existiría sin nuestra conciencia. Y eso es algo muy frágil y ambiguo. La idea de ser hace al mundo consciente de su existencia. La existencia de algo distinto a ti es lo que te permite ser consciente de ti mismo. Para ser conscientes del pasado, existe el presente y el futuro. Piensas que estás vivo, luego vives... Así, las personas solo pueden vivir en el mundo que reconocen. Porque solo puedes vivir cuando reconoces tu existencia aquí y ahora. Si lo niegas, es lo mismo que morir...

—¿Lo mismo que morir...?

Entonces, ¿eso significaba que todos, al haberse olvidado de su verdadero yo, estaban en realidad muertos? Perdieron sus recuerdos, viviendo en el mundo de la obra. Sus pasados y las vidas que llevaban, todos murieron... ¿Era así? ¿Solo yo apenas vivía todavía...?

—Así que, dígame, ¿qué crepúsculo le gusta más?

Miré más de cerca la pintura ante mí.

—No... Realmente no puedo diferenciarlos aún. ¿Supongo que me gustan los dos...?

—El artista pintó a la chica casi del mismo modo... pero si se fija en ella detenidamente, en los colores, detectará algunas ligeras diferencias.

—El amanecer y el anochecer... Parecen similares, pero son completamente diferentes. En uno está a punto de ponerse más oscuro y en otro está a punto de iluminarse... Sus siguientes escenas son completamente opuestas. ¿Es el diseño similar de los dos pisos significa que las cosas que parecen iguales pueden ser completamente diferentes también...?

—¿Hm...?

—Oh, ¡ajá...! Acabo de tener una corazonada. Imaginé la intención de la persona que construyó esta casa...

—Puede ser... Parecen iguales pero en realidad son muy diferentes. Puede que no haya nada igual en este mundo. Hasta la palabra "igual" es un concepto inventado por la gente...

—¿Se usa más como una medida...?

—Sí, exactamente. El lenguaje no es más que una herramienta para comunicar ideas. Bueno, por lo menos ese fue su origen. A veces, pensamos equivocadamente que el lenguaje vino primero. Creemos que, detrás de las palabras de alguien, podemos ver cada aspecto de sus verdaderas intenciones.

—...

—Ese también es el paradigma del teatro.

—¿El paradigma?

—Depende del actor, el mismo guion puede crear mundos completamente diferentes. Incluso con los mismos actores, su estado de ánimo, su estado mental, y sus cuerpos siempre serán diferentes. Por eso se puede disfrutar de las obras una y otra vez. Algunos fans lo llaman el paradigma del teatro.

—Tiene razón...

De hecho, algunos clientes compraban repetidas veces asientos especiales para obras de largo plazo de la compañía de Burlet. Como dijo el mayordomo, podían ver la misma historia repetida una y otra vez y disfrutar de ella como si fuera un nuevo mundo provocado por las ligeras diferencias en la actuación.

—Ahora... nos hemos ido bastante. Deberíamos volver a nuestra búsqueda en la habitación de invitados #1.

—De acuerdo…

Buscamos cuidadosamente en toda las habitación de invitados #1, pero no encontramos la página. Me puse la mano en el pecho y revisé la hora. Ya se nos había pasado la mitad del tiempo. Sabía que no podíamos apresurarnos, pero ciertamente me hizo sentir precipitada imaginando cómo corría hacia nosotros. Toda esta búsqueda, y todavía no habíamos dado con nada... ni siquiera una pista.

El mayordomo me dijo que probablemente había gente con más dificultades que él, así que dejé habitación de invitados #1 para ayudar a otra persona. Los pasillos eran como los del segundo piso, y los cuadros en las paredes también parecían similares, aunque eran diferentes si los miraba de cerca. Por ejemplo, una pintura de rosas grandes y vivas en un jarrón en el segundo piso había sido sustituida por una con pétalos marchitos en el primer piso. La misma composición, pero en momentos diferentes... Parecía como si todas las pinturas fueran así.

Al llegar al vestíbulo, oí una hermosa melodía. La muñeca tocaba el piano. Es verdad, ella lo tocaba en una escena del primer acto.

Rin y Len eran prodigios que podían hacer casi cualquier cosa. Además del laúd que Len tocó en el primeracto, él era también dominaba los instrumentos de cuerda como la guitarra y el violín. Creo que fue Meiko quien me dijo que ambos tenían habilidades profesionales de piano y violín, y a menudo hacían sesiones en casa. Sin embargo, Rin me dijo que ya no le gustaba mucho el piano. Solo lo hacía para calmarse cuando algo triste o doloroso sucedía... Así que cuando supo que tenía que tocar siendo la muñeca en el primer acto, dijo que realmente no quería.

¿Qué canción era esta...? El piano estaba un poco desafinado. Parecía sonar un tanto demasiado grave. Como resultado, el vals lento en octava mayor sonaba como si fuera una octava menor, dándole un tono triste. Me olvidé y escuché la extraña mezcla de tristeza y alegría durante un tiempo.

—¿Oh...? Se-ño-ri-ta aldeana. ¿Cuánto ti-em-po lleva ahí?

La muñeca se dio cuenta de que estaba ahí y paró de tocar.

—Esto... Era una canción preciosa, me he quedado pasmada escuchando...

—Vaya, gra-ci-as.

—Eh... ¿Cómo se llamaba? La canción que estabas tocando.

—Era... Sueño y des-per-tar de una mu-ñe-ca. Una canción per-fec-ta para mí, ¿no?

—Sí...

—Se-no-ri-ta aldeana, ¿usted tie-ne sue-ños?

—¿Eh? ¿Sueños?

Volví a recordar el sueño que había tenido esta mañana. Una mujer... probablemente una actriz, muriendo en el escenario.

—Sí... a veces.

—Hmm. Las mu-ñe-cas no so-ña-mos, ¿sa-be por qué?

—¿...?

—¡Por-que las mu-ñe-cas no duer-men!

—A-Ah...

—¡Es di-ver-ti-do, ¿no cree?! Oi-ga... ¿quiere que to-que más? ¡To-ca-ré para us-ted!

Mientras decía eso, los ojos de la muñeca parecían un poco sombríos.

—Uhm... Pero tengo que ayudarlos a encontrar la página...

—¡No pa-sa na-da, so-lo será un mo-men-to!

—Pero...

—Ven-ga, ¡por fa-vor!

De la nada, me abrazó. Fue demasiado repentino para que pudiera reaccionar. Como sabía que habían sido Rin y Len antes, no podía deshacerme del miedo que me hacían esos muñecos.

—¡Lo siento! Pero realmente tengo que ayudar a los demás. Es decir, si no encontramos la página...

—¡Pero qué-da-te un ra-to y...!

—¿Eh?

—Va-le. El día de hoy no ce-sa-rá, así que...

—¿El día de hoy no cesará...?

¿Qué había querido decir con eso? Si se nos acababa el tiempo antes de encontrar la página, ¿no desaparecería este mundo? ¿De qué modo "continuaría el día de hoy"...?

—Igual que es-ta can-ci-ón... no ce-sa-rá. De hecho, se tra-ta de es-to... El vals len-to se con-vier-te en uno vio-len-to de gol-pe. Sí, el des-per-tar de la mu-ñe-ca...

Sonrió de forma espeluznante, mirándome desde mi cintura. Salté hacia atrás aterrorizada y, al hacerlo, algo voló hacia el suelo. Era un sobre. Lo recogí.

—Oh, esto es...

¿No era la carta que llevaba en el bolsillo? La que usé en el primer acto... Estaba dirigida a la señorita Miku. No era del mundo de la obra. Fue la carta que cogí en el escenario antes de ser absorbida por este mundo. La volteé con temor y encontré escrito en la parte de atrás: "Hasta que la copia finaL pierda su color... ∞"

—¿La copia finaL...?

La abrí poco a poco. Pero dentro solo había una hoja de papel en blanco doblada en dos. La muñeca volvió a acercarse a mí. Supuse que se me había caído la carta cuando me alejé de ella.

—Oi-ga, ¿qué es esa car-ta?

—Bueno, yo tampoco lo sé...

No estaba segura de que fuera la carta que había recogido antes, pero no tenía nada escrito. Definitivamente recordaba haber leído la carta. Eso era lo más importante. No podía recordar nada, pero sabía que había leído un mensaje real.

Entonces, ¿qué era esta carta? Tenía que ser la que utilicé en el primer acto, ¿no? Por lo que debía tener un uso después, en el segundo acto. Pero ahora nos faltaba la siguiente página del guion y todos habíamos olvidado lo que venía en la siguiente escena. Desafortunadamente, yo había olvidado también lo que había escrito en esta carta y el rol que tenía.

Esta carta era esencial para la obra. ¿Pero no tenía contenido porque la página siguiente había desaparecido...? Miré de cerca el papel perfectamente doblado, y solo era eso, un papel doblado. Estaba muy descolorido.

—¡Ah! ¡Es-to es del mis-mo ta-ma-ño que el guion!

—E-Es...

—Pe-ro no es-tá arran-ca-da... ¡Qué mal!

Tendría que comprobarlo para estar segura, pero mi memoria me decía que sí, era del mismo tamaño que las páginas de guion. Pero el papel estaba perfectamente limpio, no había señales de ningún rasgón.

—¿Hasta la copia finaL pierda su color... ∞?

Tal vez esta era la "copia finaL" —en otras palabras, el final— la última página del guion. Si ese era el caso, entonces podría entender por qué estaba en blanco. La eliminación de la siguiente página hizo que la historia no pudiera progresar. Así que la conclusión estaba por decidir, por lo que era una página en blanco. Parecía plausible.

Si seguíamos sin encontrar la página que faltaba y las siguientes escenas... ¿sería posible saltar directamente al final con esta página? Si fuera posible, entonces podríamos terminar con la historia. Pero en este momento, todavía era solo una página en blanco. Hilé todo tipo de ideas y suposiciones para mí misma, pero no podía ordenar mis pensamientos. No eran más que predicciones. No tenía sentido darle vueltas y vueltas yo misma; lo discutiría con los demás.

—Creo que les mostraré esta carta a todos luego, y les preguntaré qué opinan...

—Ya veo... ¡Me pa-re-ce bien!

La muñeca parecía estar de acuerdo. Si hubiera sido la sabia Rin, probablemente lo habría discutido con ella de inmediato. Pero por mucho que esta muñeca se pareciera a Rin, era solo una muñeca. Sentí un poco de alivio al encontrar finalmente algo que podría ser una pista relevante.

Pero al mismo tiempo, me di cuenta de algo que no podía creer que hubiera estado pasando por alto. Si alguien robó la página, ¿no deberíamos haber registrado primero a todos? Si uno de los siete había robado la página, entonces, igual que encontré esta carta en mi bolsillo, era muy probable que tuvieran escondida la siguiente página en sus bolsillos, ropa o posesiones. Absolutamente, lo primero que debíamos haber hecho era cachear a todo el mundo. Como aún no la habíamos encontrado en ninguna de las habitaciones, esa probabilidad parecía aún mayor.

Ahora que me había dado cuenta, no podía demorarme. Me dirigí al segundo piso para que el barón lo supiera y los reuniera a todos.

En el pasillo subiendo las escaleras del segundo piso, en una pared alta que se extendía hasta el techo de los pasillos circundantes, había una pintura grande, representando muchos ángeles que volaban delante de una puerta al cielo. Mientras subía apresuradamente las escaleras paso a paso, me entristeció el estado de ánimo austero que emanaba de la pintura, y pronto noté al muñeco. Justo cuando subí el último escalón, sonrió y se acercó con su rígido andar.

—La he estado es-pe-ran-do, se-ño-ri-ta aldeana.

—¿Eh?

Sin esperar una respuesta de mi parte, tomó mi mano y me condujo en la dirección opuesta a donde quería ir, al lado norte del segundo piso. Se detuvo frente a una puerta y se volvió para mirarme.

—¿Sa-be dónde es-ta-mos?

Cerró la puerta rápidamente, así que no sabía qué tipo de habitación había dentro. Le dije que no lo sabía, y me respondió que me lo mostraría y me llevaría adentro. Nuestra relación de poder era la mismo que en la realidad. Una vez más, me tenía en sus manos. A pesar de que tenía que apresurarme a contarle al barón acerca de la carta... Oí al muñeco cerrar la puerta detrás de mí.

Era una biblioteca repleta de libros. Cada rincón estaba lleno menos en la puerta. Cada pared tenía estanterías que llegaban hasta el techo. Cuatro candelabros pequeños colgaban de él, bañando la habitación con luz. Más o menos en el centro de la sala había tres mesas, y al lado de ellas había sofás y sillones de diferentes tamaños. Era un cuarto ordenado, refinado y pacífico que un buen lector amaría seguramente.

Sin embargo, por alguna razón, había grandes osos de peluche sentados en las sillas, y un juego de té en la mesa, como si estuviera allí para los osos. Estaba hecho para parecer que estaban sumidos en la lectura. ¿De quién era esta colección? Pese a la apariencia extraña, los animales de peluche de fantasía ayudaban a añadir un poco de alivio a la sensación de aplastamiento de la gran cantidad de libros.

—Vaya... Cuántos libros hay...

No me gustaba leer mucho, pero me gustaban los lugares tranquilos y silenciosos como las bibliotecas. A menudo iba a la biblioteca en mis días de descanso para disfrutar de ese estado de ánimo ideal para pensar, abrir mi guion favorito e imaginar la obra en mi cabeza.

—¿Te gus-ta? Las es-tan-te-rí-as son lo me-jor, ¿cier-to?

—S-Sí... es una habitación muy bonita.

Pero, sí... no podía estar aquí. El muñeco me había arrastrado repentinamente aquí, pero tenía que ir a hablar con el barón. Por lo que veía, era poco probable que el muñeco hubiera encontrado la siguiente página.

—Esto... Yo...

—¡Si em-pie-zas a leer cualquier libro de aquí nunca sabes lo que pue-des en-con-trar!

¿Los libros de aquí...? Eché un vistazo a las estanterías. Había demasiados para saber por dónde empezar. Y comprobar todas las estanterías sin duda consumiría todo el tiempo que nos quedaba.

—¿Quieres co-no-cer-los, los se-cre-tos de este mun-do?

—¿Ah...?

—En-ton-ces le-yén-do-los iremos más r-ápi-do, yo creo...

¿Los secretos de este mundo? Tal vez eso era la razón por la que estábamos atrapados aquí. ¿Había una manera de salir escrita en los libros? Pero el muñeco había olvidado su pasado siendo Len y se había convertido en un muñeco aquí, ¿no? Y era un muñeco cruel, amante de las bromas. Tal vez solo me había visto correr por el pasillo y había decidido detenerme para jugarme una mala pasada.

Por el momento, decidí que fingiría escoger un libro al azar y leerlo, y vería mi oportunidad de salir de aquí. Cuando alcancé un libro en la estantería más cercana...

—¡No! La pri-me-ra es-tan-te-ría está aquí —dijo indicando el libro superior izquierdo de la estantería que estaba a la izquierda al entrar. Estaba en lo alto del techo... Ni siquiera podía decir cuántas yos se necesitarían una encima de la otra para llegar tan alto. No podía alcanzarlo de ninguna manera. Entonces el muñeco, demostrando una fuerza inesperada, trajo una escalera larga y desgastada desde una esquina.

—¿Sor-pren-di-da? Si pen-sa-bas que no tenía fuerza porque soy un mu-ñe-co, te equivocas! ¡Jajajja-jaj-jajaa!

Con una risa orgullosa y jactante, sonrió. Había subestimado su pequeño cuerpo de muñeco. Pero ahora me había mostrado lo que podía hacer si se esforzaba... No, sin siquiera tener que esforzarse, tenía la fuerza de un ser humano. El muñeco que reía delante de mí sin mover una ceja me pareció más asombroso que nunca.

—Yo te agu-an-ta-ré desde abajo... ¡Ten cui-da-do, está muy alto!

Afirmó que sujetaría la escalera, pero me sentí insegura teniendo en cuenta su tamaño. Y era bastante alto mirándolo bien... Cerca de cinco metros, como mínimo... Apoyándo la escalera contra el estante, subí lentamente paso a paso. Crujía a cada escalón, haciéndome sentir ansiedad por su antigüedad.

Finalmente, alcancé el libro polvoriento en la parte superior izquierda. Cuando lo hice, vi el libro emitir una luz pálida. Sorprendida, mi pie derecho retrocedió un paso, y mi peso se desplazó hacia un lado. La madera bajo mis pies crujió.

—¿Ah...?

Volví a colocar mi pie hacia adelante para restablecer mi equilibrio y lo puse en el escalón. Un momento después, oí un sonido crujiente, y mi pie bajó. Oh, no. Me sentí cayendo lentamente hacia atrás. Preparándome para el impacto, cerré los ojos.

Bfft. El impacto fue mucho más suave de lo que esperaba, y no dolió en absoluto.

—¿E... Eh...?

—¿Estás b-i-en...?

El muñeco habló. Pero ¿adónde había ido? Dijo que iba a sujetar la escalera, pero de repente no estaba allí. Había fragmentos de astillas de madera esparcidos por el suelo. Parecía desgastada, sin duda, pero no esperaba que se rompiera...

—Estoy a-a-quí...

Oí la voz debajo de mí, provenía de algo suave. Miré hacia abajo y vi un gran oso de peluche... ¡y el muñeco aplastado debajo! Rápidamente tiré del oso, y el muñeco gateó para salir de ahí. Así que había usado el oso de peluche y a sí mismo para parar mi caída...

—¡L-Lo siento! ¡¿Estás bien?!

—E-Estoy bien. Los mu-ñe-cos son más duros que los hu-ma-nos. Pero pesas mucho...

—¡Oh...!

Estaba un poco herida por eso, pero me alegré de que estuviera bien. El pequeño sombrero de seda que llevaba se le había caído, así que se lo di, y él torpemente lo puso de nuevo en su pelo rubio.

Sin embargo, ¿cuándo movió el osito de peluche? El oso era un poco más grande que el muñeco, y lo había puesto muy bien pese a que me había caído sobre él. Si el muñeco no hubiera puesto a este amable amigo aquí... El techo era tan alto que había tenido que estirarme desde la parte superior de la escalera para alcanzarlo. Así que casi caí hacia atrás unos cinco metros... Sin mencionar que...

La biblioteca tenía una alfombra persa de alta calidad pero, por alguna razón, no llegaba hasta delante de esta librería, revelando el suelo de mármol debajo, la única zona que no cubría. Si hubiera aterrizado en el lugar equivocado, entonces...

—¡Ca-si mueres! ¡Cui-da-do, cui-da-do!

El muñeco alzó ligeramente las manos y sacudió la cabeza con exasperación. Sí... Estuve cerca de morir otra vez. Siempre fui muy torpe y propensa a equivocarme, pero desde que llegué a este mundo extraño, ya había habido tres ocasiones peligrosas en las que un paso equivocado habría escrito mi sentencia. ¿Fueron todos accidentes coincidentes, o...?

—¡Pero pa-re-ce que has con-se-gui-do el libro!

El libro por el que había arriesgado mi vida estaba cerca de mis pies. No había título en el lomo. Lo recogí y miré la portada. Había algo escrito en él, pero no podía entenderlo de lo polvoriento que estaba.

—Lo cubre una gruesa capa de polvo... ¿Es un libro antiguo?

Soplé en la portada y el polvo se esparció. Hice volar tanto que me entró en la nariz y la garganta. Empecé a toser, y el muñeco suspiró disgustado.

—¿First nighT...?

En el momento en que pronuncié el título que finalmente apareció detrás de todo el polvo, sentí una inquietud extraña de mis pies, como una oscuridad desconocida envolviéndome. No debes leer este libro —una advertencia de otro yo pareció resonar en la parte posterior de mi subconsciente. Mis manos, preparadas para abrir el libro, se congelaron en su lugar. ¿Era esto una intuición...? ¿O era este extraño mundo actuando sobre mí? No había duda de que había algo importante escrito en este libro.

El peor escenario cruzó mi mente. ¿Y si este libro decía que una vez estuviéramos atrapados en el mundo del guion de Crazy∞nighT, no podríamos salir ni en toda la eternidad...? Solo imaginarme eso me hizo empezar a sudar. Pero por otro lado, ¿qué pasaría si tuviera una pista para resolver los misterios de este mundo...? Tal vez podría guiarnos a un camino de regreso a la realidad. Esperanza y malestar en partes iguales comenzaron a girar en mi cabeza.

Ojalá, cuando escogiera entre esas dos estrictas opciones, tuviera la oportunidad de volver a intentar si metía la pata. Entonces avanzaría sin vacilar... Pero siempre había sido incapaz de tomar decisiones tan a la ligera. Inmediatamente me puse a pensar en lo que sucedería si tomaba la equivocada, negándome cobardemente a reunir coraje. Incluso cuando dejé el pueblo o cuando me uní a la compañía... Cuando me enfrentaba a decisiones importantes, necesitaba tener a alguien que me animara a seguir adelante.

—...

De repente, una pequeña mano derecha tocó mi izquierda, congelada en la cubierta del libro. Miré hacia abajo y a mi izquierda, sorprendida. Solo vi la parte de atrás de su cabeza con un pequeño sombrero de seda. No me estaba mirando. ¿Qué clase de expresión tendría? Sus manos de muñecoa eran frías como la cerámica. Pero en ese frío gesto, pensé que se ocultaba la torpe bondad del Len real. Tenía que devolverlo a la normalidad. No estaba aquí sola, así que no tenía miedo.

Respiré hondo para calmarme. Lentamente recuperé el dominio de mi mano izquierda. Como abriendo una puerta de hierro, levanté la cubierta pesada del libro y descansé mi mano en la primera página.

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