¡PrinceScans!: WCC - 34, 35, 36

Buenas~

Aquí van tres capitulillos de World Customize Creator. Son bastante cortos esta vez, y no es que pase nada muy interesante. Pero en fin, aquí están. Me intriga leer cómo será el Formula1 de Yuusuke XD.

-Xeniaxen

Novela original en japonés por: ヘロー天気 (Hero Tennki)

World Customize Creator

Lista de capítulos

Traducido por: Xeniaxen

—Entonces, al final, ¿los rumores sobre el fantasma eran cosa de ese investigador y de unos niños?

—Bueno, no es que lo hicieran ellos adrede, ya sabes cómo suelen ser estas cosas. Los rumores suelen tener un origen así de simple.

—¡Qué aburrido! Pero el subsuelo parece un lugar interesante. ¿Podemos explorar el que hay debajo del palacio algún día?

—¿Debajo del palacio? Eh...

Unos días después de que se resolviera el asunto del "fantasma", Yuusuke estaba en su habitación después de un día normal. Trabajaba en prototipos; verificaba las especificaciones de los mecanismos que creaba con chatarra y piezas sueltas. Violat pasaba largas horas en su habitación interesada en sus creaciones, disfrutando de conversaciones triviales mientras manipulaba sus artefactos.

Ya habían decidido dónde iban a construir la mansión de Yuusuke, y solo quedaba esperar a que los usuarios terrestres constructores completaran la obra. A pesar de su deseo inicial de construirla él mismo, lo había acabado dejando en manos de profesionales.

Al mismo tiempo, se acercaba una importante reunión entre la Reina Rishause de Blue Garden y el Rey Esvobus, programada para realizarse en la Fortaleza Deernorth. Los burócratas quedaron asombrados por el tamaño y solidez de la fortaleza, lo que los llevó a darse cuenta de que habían subestimado el poder de Yuusuke. Algunos comenzaron a sugerir al rey que le asignara un puesto clave en el desarrollo y expansión de la ciudad. Por suerte, Violet bloqueó esos movimientos, decidida a proteger la relativa tranquilidad del joven.

Esta fue una de las razones por las que le disuadió de construir su propia casa. Aunque, en realidad, el principal motivo era el deseo de ella de monopolizar su tiempo. Incluso tenía la colaboración de Hivodir, mientras este mantenía a raya a sus otros pretendientes. Por ello, la vida de Yuusuke seguía siendo bastante tranquila: charlaba con los ciudadanos y escuchaba los interminables monólogos de Violet.

—Oye, Yuusuke, ¿no podrías hacer uno de estos más grande? —preguntó ella mientras daba cuerda a su prototipo favorito, un "platillo volador".

Era un artefacto de forma circular con cuatro orificios en los que tenía integradas hélices giratorias; un intento de Yuusuke de recrear un peculiar modelo de avión teledirigido que había visto en su mundo anterior. Lo más sorprendente del diseño era que podía mantenerse suspendido en el aire, aunque, técnicamente, solo flotaba sin rumbo fijo. La princesa le había atado una cuerda para llevarlo consigo. Le encantaba llevarlo suspendido sobre ella.

—No creo que sea imposible, pero no sería lo suficientemente seguro como para montarse encima.

—Hmm... Ya veo. ¿Y este? —Violet señaló un prototipo de vehículo con ruedas que se movía solo.

—Este todavía está en fase de pruebas. Lo intenté con un carruaje.

—¡Oh! ¿Y cómo fue? ¿Podría transportar a personas?

Yuusuke negó con la cabeza. Había logrado hacer que las ruedas se movieran, pero cuando intentaba cargarlo con peso, simplemente se detenía. Al parecer, la cantidad de energía de movimiento que podía asignarle era limitada, por lo que con una carga adicional, el mecanismo se bloqueaba. Para que pudiera moverse con un peso mayor, tendría que aplicar primero una carga adicional sobre las ruedas, y luego retirar ese peso.

—Es un mecanismo complicado, y no es muy seguro.

El vehículo estaría diseñado para no detenerse pasara lo que pasara, por lo que en cualquier momento podría accidentarse.

—¿Como cuando los caballos se ponen a tirar de los carruajes sin control?

—No, peor... Un caballo podría enredarse en esa hélice...

—¡No digas eso! Qué miedo... —dijo Violet ante esa terrible y espeluznante posibilidad, y se llevó las manos a la cabeza.

—Por eso te he dicho que primero tengo que encontrar un método para usarlos con seguridad y sin riesgo de que se produzcan ese tipo de accidentes.

El de pelo negro colocó en el suelo un mini-coche automático que acababa de terminar. Medía unos 50 centímetros de largo, unos 40 de ancho y tenía cuatro ruedas de unos 30 centímetros de diámetro. En las traseras, había aplicado peso para generar carga y delante tenía algo parecido a un joystick, así como un interruptor de encendido y apagado.

—¿Ahora se moverá solo?

Yuusuke subió al pequeño coche automático y se sentó con las piernas cruzadas, después fue a encenderlo. Violet lo observaba con ansias. Notó en su trasero la vibración de las ruedas intentando girar.

—...

El vehículo no se movió ni un milímetro.

—¿No funciona?

—Mmm...

Al bajar los pies al suelo pensando que había fallado, el peso se redujo y, de repente, el coche comenzó a moverse hacia adelante. Yuusuke apagó inmediatamente el interruptor de movimiento, evitando así una cómica situación.

—¿Quizás no he añadido suficiente peso a las ruedas...?

—Déjame intentarlo yo.

Confiada en que su peso probablemente era menor que el de él, subió al pequeño coche con entusiasmo y activó el interruptor de movimiento.

—¡Oh!

—Ah, al pesar menos sí que funciona.

¡Brum, brum, brum, brum! Las ruedas de madera rodaron sobre el suelo de piedra, el pequeño coche avanzó a una velocidad similar a la de una persona caminando, con Violet encima. Emocionada, intentó abrir la puerta de la habitación, pero Yuusuke la detuvo.

—Espera, espera. ¿De verdad piensas salir al pasillo con esto?

—¡Sí! ¡Déjame! ¡Quiero recorrerlo de arriba a abajo!

—Por muy revoltosa que seas, esto es demasiado. Como te vea Krielov...

Sentada con las piernas cruzadas, se le veían las braguitas por delante. Yuusuke no quería que a Krielov le diera un ataque al corazón.

—Uh... Qué remedio...

Resignada, la princesa se conformó con dar vueltas por la habitación.

—Si consigo hacer un motor, podría construir un sistema de engranajes para cambiar de velocidad.

—No sé de qué estás hablando, pero si necesitas algo, ¡pídelo y lo conseguiremos enseguida!

La idea inicial de no construir nada demasiado llamativo para evitar destacar ya no tenía mucho sentido tras la batalla en Paula. Pese a contenerse en la construcción de su nueva casa para no despertar el interés de los burócratas, decidió avanzar libremente en la creación de vehículos.

«Tal vez sea el momento de construir algo más elaborado» pensó, imaginando posibles diseños y calculando cuántos materiales necesitaría.

—¡Empezaré por unos autos de choque!

Mientras Violet disfrutaba montada en el pequeño coche automático, con el "platillo volador" flotando sobre su cabeza, Yuusuke observaba la escena con una ligera sonrisa, deseando en silencio que momentos tan pacíficos como ese pudieran durar para siempre.

Sin embargo... una noticia urgente llegó al palacio ese mismo día al anochecer: «Una de las aldeas desvalidas de Fonkrank acaba de ser destruida por completo.»

Un usuario de artes divinas propietario de un restaurante fue a recoger su cosecha en una aldea de desvalidos y descubrió que la mayoría de vecinos habían sido brutalmente asesinados. Según el testimonio de los supervivientes, unos soldados que se identificaron como el ejército de Gazetta irrumpieron en la aldea, proclamaron que «los desvalidos que no se sometieran a Gazetta eran enemigos» y comenzaron la masacre.

Se envió un equipo de investigación de la guardia de palacio de inmediato, y la conmoción se extendió por la corte. Algunos corrieron a contactar con sus familias para verificar si las aldeas de desvalidos que conocían habían sufrido daños similares. El ambiente en el palacio se tornó tenso y bullicioso.

En ese delicado momento, justo antes de las negociaciones con Blue Garden, el Rey Esvobus intentó controlar la situación evitando que la información se filtrara al exterior. También ordenó a los agentes de inteligencia que indagaran hasta qué punto se habían extendido los rumores dentro del país, con el objetivo de prevenir posibles operaciones encubiertas de otras naciones.

—Realmente... la paz nunca dura mucho tiempo.

En la estación de carruajes del palacio, Yuusuke se preparaba para partir hacia la aldea de Rufk con la Patrulla del Dios Oscuro. Habían recibido la orden de recoger urgentemente a Sun. Como casi todos los carruajes estaban en uso, Violet les consiguió uno de la nobleza.

—Gracias, Violet. No sé qué habríamos hecho sin ti.

—No es nada. Ve a recoger a Sun, rápido.

—¡Asistencia de movimiento lista!

—Capitán, ¡todo en orden para la salida!

Aunque no podrían alcanzar la velocidad de los otros carruajes, contaba con el apoyo de las artes aéreas y acuáticas. Vermeer se encargaría de iluminar el camino desde el asiento del cochero con Zhahid, que sostenía las riendas. Hinke envolvería el carruaje con una capa de aire, y Zaisha mantendría la energía de los caballos restaurada constantemente. Hisotta, por su parte, permanecería atenta a las transmisiones del palacio.

Confiando en sus compañeros, Yuusuke utilizó el trayecto para reflexionar: «Soldados de Gazetta... ¿Será obra de Shinja...?». Avanzaron rápidamente por la oscura carretera nocturna.

Cuando llegaron a la aldea de Rufk, la noche estaba ya bien avanzada. Los rumores sobre los actos violentos de Gazetta se habían extendido. Habían colocado antorchas dentro de las zanjas defensivas a intervalos regulares, y unos hombres estaban apostados como vigilantes.

—¡Profesor!

—¡Ajá! Sabía que vendrías, Yuusuke.

Zeshald parecía haber previsto que, ante esa situación, Yuusuke acudiría preocupado por Sun. Esta última ya había terminado de preparar su equipaje. Aunque el plan era regresar a la ciudad de inmediato para protegerla, decidieron tomarse un breve descanso y escuchar a Zeshald. Mientras bebían el té que Bellusha había preparado torpemente y comían unas frituras de Bahana, discutieron los recientes acontecimientos.

—¿Qué opinas tú, Yuusuke?

—Mmm... No lo tengo muy claro, pero me cuesta creer que sea cosa de Gazetta.

—Entiendo... Ciertamente, no parece cosa del Rey Blanco. Están intentando atraer a los desvalidos de todo el mundo hacia Gazetta, y esto tendrá el efecto contrario.

—¡Dudo que sea tan tonto de no darse cuenta de eso! —tras decir eso, Yuusuke dio un sorbo de té.

Su forma de expresarse hizo que Sun se riera. Zeshald también opinaba que era poco probable que el ataque fuera una orden directa de Shinja, aunque no podían saber si el grupo que lo hizo pertenecía a su ejército o no. No se podían descartar que dentro de Gazetta existiera una facción con intereses diferentes.

—En cualquier caso, ha causado mucho daño. Esto no se resolverá sin más.

—Eso parece...

Llegaron a la conclusión de que, por el momento, lo único que podían hacer era mantener una comunicación constante con las aldeas y enviar guardias para reforzar su seguridad, ya que el Rey Esvobus todavía no había decidido mandar ningún comunicado formal a Gazetta.

Más tarde, Yuusuke le entregó a Zeshald un par de brazaletes y anillos. Eran objetos que había descartado durante la fabricación de la reliquia de la Reina Sacerdotisa, pero aun así tenían alrededor de un tercio de la capacidad de apoyo del artefacto final.

—Aunque supongo que Rufk recibirá un trato preferente, por si acaso.

—Oh... Esto es magnífico. Lo acepto con gratitud.

Zeshald le entregó a Bellusha su brazalete y anillo. El brazalete de él amplificaba las artes acuáticas e incrementaba la resistencia física, mientras que el de ella proporcionaba resistencia a las artes divinas y los ataques físicos. Ambos anillos ofrecían efectos curativos y antitóxicos.

—¡Vais a conjunto!

—¿Eh? ¿Qué es eso?

Con una sonrisa ambigua, Yuusuke respondió que no era nada y volvió hacia el carruaje, donde estaban terminando los preparativos para la partida.

—Sun, llévate esto.

—Tía Bahana, ¿estás segura?

Frente a la casa de Zeshald, Bahana le entregó a Sun un arco hecho a mano. En los últimos días, había estado aprendiendo a tirar con arco. Gracias al efecto del anillo de fuerza, tensar la cuerda ya no suponía un problema y, con algo más de práctica para afinar la puntería, parecía que sería capaz de usarlo para cazar.

—Qué fuerte... ¿Has aprendido en tan poco tiempo?

—Sí, quería encontrar alguna manera de ser útil.

Sun temía ser una carga para Yuusuke, así que había decidido aprender a defenderse. Para él, la idea de que ella se involucrara en los combates era algo que no había considerado y que le generaba un conflicto interno. Sin embargo, también entendía que sus sentimientos de protegerla como si fuera una figura frágil eran, en parte, una percepción suya. Por ello, optó por apoyar la determinación de la chica.

—Aunque todavía no consigo dar en el blanco.

—Hmm... ¿Me dejas verlo?

Tomó el arco de Bahana y revisó sus características en el menú de personalización. Era un arco de madera, con una construcción bastante sólida, aunque común. Su baja rareza limitaba el alcance de las modificaciones, por lo que no podía añadirle efectos avanzados como la irrompibilidad, como había hecho con la espada de Shinja. Aun así, pudo mejorar su precisión.

El efecto de luz cubrió el arco y desapareció al aplicarse la mejora.

—Prueba ahora.

—¿Eh...? ¿De verdad...?

—Apunta a ese fruto de ahí —dijo Bahana, que señaló un fruto rara que colgaba de un árbol cerca del establo.

«¡No acertaré al fruto y ni siquiera le daré al árbol!» pensó ella, pero preparó la flecha y tensó el arco. «Oh... Es increíblemente estable.»

Gracias a la sensación de que su puntería se había vuelto más firme, Sun fue capaz de visualizarlo claramente y atravesar el fruto rara. La flecha lo arrancó de la rama y terminó clavándose en la pared del establo. Un morph que dormía se despertó sobresaltado, mirando a su alrededor. Luego fue a buscar el fruto atravesado y lo mordió con entusiasmo.

—¡Ha dado en el blanco!

—Guau, impresionante. ¿Eso también es gracias a ti, Yuusuke?

—Solo aumenté un poco la precisión del arma.

Lograr acertar en una fruta situada en un árbol a cierta distancia, y además de noche, era un logro imposible para las habilidades de Sun.

—Con varios voluntarios y unos cuantos arcos baratos, podría montar un escuadrón experimentado, ¿eh, capitán? —comentó Zhahid, sintiendo una renovada admiración al comprobar objetivamente el impacto de las artes divinas de Yuusuke.

—Por eso Gazetta quiere ese poder, ¿no? —contestó él—. Bueno, si pasa algo, avisadnos de inmediato —añadió, dirigiéndose los de Rufk.

—Por supuesto, y tú no bajes la guardia ni en la ciudad.

—Cuida bien de Sun, ¿eh?

—Eso ni se pregunta.

Después de despedirse, la Patrulla del Dios Oscuro partió en el carruaje del palacio con Sun.

—Bueno, ¿descansamos un poco?

—Sí...

—¿No le llamarán también a usted los de palacio, profesor?

—Estoy retirado, así que no creo que me convoquen a estas alturas.

Zeshald aseguró que priorizaría su vida en la aldea. Bahana sintió un gran alivio al oírlo. Para la aldea, Zeshald era una figura irremplazable.

«Aun así, si la situación se agrava y Esvobus solicita ayuda, no podré quedarme sin actuar. Me pregunto qué hará Yuusuke.»

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En plena noche, el carruaje del palacio que transportaba a la Patrulla del Dios Oscuro entró a Sanc Adiet. La ciudad estaba completamente en silencio; parecía que todos dormían profundamente. Las pocas luces provenían de tabernas y burdeles que permanecían abiertos hasta el amanecer.

—La ciudad de noche tiene un aire un poco triste, ¿no crees? —dijo Sun, un poco somnolienta.

Yuusuke estuvo de acuerdo. La animación del día hacía que el contraste con la calma nocturna fuera aún más evidente.

Cuando llegaron al palacio, la estación de carruajes estaba iluminada. Había carruajes de la guardia y vehículos privados yendo y viniendo sin descanso, la gente corría de un lado a otro con prisa.

—Está todo muy ajetreado.

—Es normal, después de que todo un pueblo haya sido aniquilado.

Esto no podía compararse con las provocaciones anteriores de Blue Garden; la magnitud del daño y la gravedad de la situación estaban completamente fuera de lugar ahora. Como no había pruebas claras de que fuera obra de Gazetta, aparte del testimonio de los supervivientes, las autoridades estaban ocupadas recopilando toda la información posible.

—¡Ah, Yuusuke!

—¿Hivodir...?

Justo cuando bajaban del carruaje, apareció Hivodir acompañado por lo que parecían ser sirvientes de su familia. No vestía su habitual uniforme de la Patrulla de Fuego, sino una ropa elegante, claramente de noble. Explicó que estaba a punto de visitar una aldea desvalida que le pertenecía a su familia, los Vulasche.

—¿No estarán todos durmiendo a estas horas?

—Tengo guardias privados allí; serán ellos quienes me reciban.

Estaban considerando aumentar el número de guardias privados por si acaso, y era justamente eso lo que iba a discutir.

—Bueno, tengo prisa, así que me voy.

—Espera un momento.

Yuusuke lo detuvo y tocó su capa. Usando su habilidad, le aplicó una personalización. La prenda era de alta calidad, así que pudo añadirle efectos especiales como los de sus uniformes. Le dio un efecto de curación. Una luz envolvió la capa y luego apareció en el suelo delante de Hivodir.

—¿Eh? ¿Mi capa...? ¿Qué has hecho?

—Le he puesto un pequeño talismán, por así decirlo.

Aunque el usuario ígneo inclinó la cabeza con curiosidad, se puso de nuevo la capa y subió al carruaje. Con eso, partió hacia el palacio de Vulasche en la oscuridad de la noche.

—Entonces, ¿nos separamos por ahora?

—Gracias por todo, capitán.

—Fuaaa… ¡Qué sueño tengo!

—Nosotros iremos turnándonos para dormir un poco.

Después de despedirse de Vermeer y los demás, que se dirigieron a la sala de descanso de los guardias, Yuusuke acompañó a Sun al cuarto piso, a las habitaciones de huéspedes. Violet le había preparado la misma habitación que la otra vez. Era evidente que, tras esta tercera visita, ella ya se había acostumbrado al ambiente del palacio.

—Aquí es... Bueno, me voy a mi habitación.

—Sí... Ehm... Yuusuke —con el arco que le había dado Bahana abrazado contra su pecho, Sun se detuvo frente a la puerta y lo miró—, buenas noches.

—Sí, buenas noches, Sun —dijo él para despedirse, y esbozó una pequeña sonrisa nostálgica.

Cabe mencionar que Violet no resistió el sueño y terminó cayendo dormida en un rincón de la estación de carruajes, mientras esperaba el regreso de Yuusuke y los demás. Por suerte, Krielov se encargó de llevarla a su habitación.

Al día siguiente, cuando Yuusuke salió de su habitación para cumplir con su misión, se encontró con Violet, que llegaba acompañada de Sun.

—¡Ah, Yuusuke! ¿Vas a salir a la ciudad ahora?

—Sí, algo así.

—Buenos días, Yuusuke.

—Buenos días, Sun. Veo que te están llevando de un lado a otro desde primera hora de la mañana.

Yuusuke esbozó una sonrisa irónica al ver a la princesa con su "plato volador" sobre la cabeza atado a un cordel. Violet lucía su habitual vestido rojo, mientras que la desvalida llevaba el vestido blanco de aquella vez.

Las dos chicas no solo se llevaban bien, sino que Violet quería tener a Sun cerca para evitar a sus pretendientes, aprovechando la ausencia de Yuusuke e Hivodir.

—Voy a pedirle a Sun que me enseñe a usar el arco.

—Acabo de empezar. No sé si podré enseñarte...

Al parecer, Violet había oído hablar del efecto especial que Yuusuke le aplicó al arco de Sun, y quería comprobar en qué medida mejoraba la precisión en comparación con un arco normal. Aunque solo fuera como pasatiempo, ella ya sabía usar un poco el arco.

—Pero... ¿Vais a hacerlo con esa ropa?

—Es obvio que no. Nos vamos a poner algo más cómodo.

Sacando pecho a pesar de su delgada figura, la princesa explicó que habían ido expresamente a mostrarle a Yuusuke sus vestidos. Mientras tanto, él no pudo evitar quedar ensimismado al ver a Sun tratándose de cubrir el escote, un poco pronunciado, disimuladamente.

(Xeniaxen: Se ve muy alta Sun en esta ilustración.)

—Bueno, yendo al grano, los materiales de ese "Gearbox" que mencionaste el otro día... —Violet le entregó un recibo del palacio, indicándole que había una tienda en el distrito de clase media que tenía materiales de buena calidad, y que sería mejor que él mismo eligiera lo que necesitara—. Podría enviar a alguien, pero, ¿no es mejor que los elijas tú?

—Tienes razón. Hay cosas que solo se pueden saber tocándolas directamente.

Yuusuke no tenía demasiados conocimientos sobre materiales, por lo que necesitaba tocarlos y comprobarlos en el menú de personalización para determinar su calidad. La habilidad [Creación Personalizada] era ideal para procesar objetos ya existentes, pero no para refinar minerales de hierro o para extraer metales.

—Bueno, voy para allá.

—Muy bien. Espero que puedas fabricar ese vehículo del que hablas muy pronto.

—Que tengas suerte, Yuusuke.

Bajó al distrito de clase media y empezó a caminar por las calles buscando una tienda de materiales de un usuario de artes terrestres. Aunque las calles eran un poco más estrechas que las del distrito de clase baja, estaban decoradas con elegantes barandillas y flanqueadas por grandes mansiones. El ambiente recordaba a un tranquilo barrio residencial de lujo.

—¿Será esta?

Entró en una calle con varias tiendas y se detuvo frente a un establecimiento más modesto. Delante había muestras de materiales: bloques de piedra, algo parecido a bloques de vidrio y, frente a esta tienda, trozos de hierro. Yuusuke tocó uno y comprobó su calidad en el menú de personalización. Era bastante bueno.

—Buenas tardes.

Al abrir la puerta, resonó una campanilla, como en una cafetería, anunciando su llegada al dueño del lugar.

—Sí, bienvenido... ¿¡Eh!? ¡Oh, es usted!

—¡Vaya! Si eres Sorzak.

El dueño de la tienda de materiales resultó ser Sorzak, el excéntrico curioso que había conocido durante el incidente de los fantasmas. Como el cierre del subsuelo le había dejado sin ocupaciones y su economía comenzaba a resentirse, Sorzak decidió retomar su oficio principal. Con los fondos que le quedaban, compraba mineral de hierro, lo refinaba y lo vendía a herreros, manteniéndose a flote con este pequeño negocio.

—¿No te dedicabas a hacer baratijas?

—Sí, pero este era mi oficio principal. Lo de las baratijas empezó con los souvenirs de la torre de observación.

Sorzak explicó que, aunque al principio le había ido bien, la competencia había crecido mucho y los beneficios habían disminuido, por lo que volvió al refinado de metales.

—Hmm... ¿Así que eres un artesano de artes terrestres?

—Habrá artesanos mejores que yo, claro, pero en Sanc Adiet no creo que haya nadie que me supere.

No había presunción en su afirmación, solo una confianza tranquila respaldada por su habilidad, algo que le recordó un poco a Zeshald. Tras reflexionar un poco, Yuusuke tuvo una idea y decidió volver al palacio.

—Volveré más tarde.

—Está bien, aquí estaré. Venga cuando quiera.

De vuelta en el palacio, Yuusuke se dirigió al campo de entrenamiento, donde Violet y Sun estaban tomando un descanso de su competición de tiro con arco. Ambas llevaban versiones más sencillas de los uniformes de guardia y estaban sentadas frente a frente en una mesa, disfrutando de un té.

—¡Oh, Yuusuke!

—¿Eh? Has vuelto rápido. ¿Ha pasado algo?

—Ah, bueno. Es que me he encontrado con el del lío de los fantasmas, que ahora tiene una tienda de materiales. Parece bastante buen tipo. Estaba pensando si podríamos contratarle como parte de la guardia de palacio para asegurar materiales de calidad.

Yuusuke estaba considerando la idea de emplear a Sorzak como usuario terrestre, para garantizar un suministro estable de materiales de alta calidad refinados por un experto. Había vuelto para discutir la posibilidad con Violet, pero...

—Hmm. ¡Vale! Lo pondremos a tu cargo en la Patrulla del Dios Oscuro.

—¿Eh? ¿Eso se puede hacer? —preguntó Yuusuke, sorprendido por la respuesta directa de Violet.

—Si él acepta, sí, claro —con movimientos sorprendentemente refinados, Violet reposó su taza de té sobre la mesa y se giró hacia Yuusuke—. Como capitán de la patrulla, puedes tomar esas decisiones. Y más cuando solo tienes cinco miembros.

Violet continuó, mencionando que, al principio, no había pensado que necesitara más subordinados porque la idea era tener una patrulla exclusivamente para ella misma. Pero, claramente, no podía seguir así.

—Tarde o temprano te habrías enterado, pero ya que estamos, es un buen momento para decírtelo: hay bastantes personas que quieren unirse a tu equipo.

Al parecer, había guardias que habían presentado solicitudes de transferencia. Mientras que las patrullas de fuego, agua, tierra y viento requerían una afinidad específica con su atributo divino, la del Dios Oscuo no tenía esas limitaciones, por lo que había interesados de todos los tipos.

—Aunque, bueno, la mayoría solo busca hacerse con los objetos que fabricas.

—Ostras...

Así, Violet le dio su permiso para reclutar personalmente a quien considerara necesario para su patrulla. En ese momento, Sun lanzó una breve mirada a Yuusuke, pero rápidamente apartó la vista, evitando que él se diera cuenta.

Posteriormente, Yuusuke volvió a visitar la tienda de Sorzak y, tras explicarle la situación, le propuso unirse a la Patrulla del Dios Oscuro como usuario de artes terrestres.

—¿Qué? ¡¿Yo, en la guardia de palacio?!

—Bueno, técnicamente sería en calidad de soldado técnico divino, según me han dicho.

Como Sorzak era un ciudadano común, su inclusión se haría como "soldado técnico divino", un puesto que ocupaban civiles con habilidades técnicas, integrándose así a la Patrulla del Dios Oscuro.

—¡Claro! ¡Sin problema! ¡Ser parte de la guardia de palacio, y además de la famosa Patrulla del Dios Oscuro, es una suerte increíble!

—Ah... Bueno, si lo dices así... Entonces, solo tienes que firmar aquí.

Con entusiasmo, Sorzak estampó su firma en el contrato. Así, Yuusuke reclutó a un usuario clave que podría apoyarlo de la manera más eficiente como miembro de la Patrulla del Dios Oscuro.

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En las montañas de Gazetta, varios asentamientos funcionaban como centros de entrenamiento para guerreros desvalidos. En uno de ellos, la caballería de la Legión Blanca discutía sobre los últimos informes en su base principal.

—¿Insinúan que esto es una conspiración de Fonkrank?

—Es muy probable.

Shinja negó con la cabeza ante el informe de su asistente, dudando que fuera algo propio del rey Esvobus.

El día después de que se interrumpiera la comunicación con el grupo enviado a investigar el disturbio en el territorio de Fonkrank, un único miembro del equipo regresó con un informe alarmante: mientras atravesaban el dominio de Blue Garden, fueron atacados por un destacamento que parecía pertenecer al ejército de Fonkrank.

El superviviente había sufrido quemaduras graves, aparentemente provocadas por unas poderosas artes ígneas, y perdió el conocimiento tan pronto como terminó su relato. Estaba bajo tratamiento mediante artes acuáticas y no podía hacer esfuerzos.

Los asistentes sugirieron que podría ser una estratagema de Fonkrank, diseñada para eliminar a desvalidos para evitar que huyeran a Gazetta. Fonkrank estaría fingiendo ser el ejército de Gazetta y atacando a los suyos propios.

No obstante, Shinja se mostró escéptico. Conocía el carácter noble del rey Esvobus de Foncrank; lo había percibido durante su viaje por el reino en busca del Dios Oscuro. La actitud del viejo rey, al retirarse del territorio de Blue Garden sin exigir apenas beneficios, reforzaba aún más su confianza en que no era capaz de llevar a cabo tales maniobras.

—Necesitamos información más detallada.

—Pero en este momento casi todos nuestros espías están enfocados en la operación contra Noscentes.

No podían movilizar al equipo de inteligencia infiltrado en Noscentes, pero la situación era grave.

—Da igual, no podemos ignorarlo... Subcomandante, le dejo el mando del ejército por un tiempo.

—¿Su Majestad...? No me diga que...

Shinja dirigió su mirada al cielo en dirección al territorio de Foncrank, mientras se quitaba la armadura de la caballería de la Legión Blanca. Se colgó en la espalda su gran espada de platino y se montó a su caballo.

—¡Me ausentaré por un tiempo!

Convertido nuevamente en un viajero errante desvalido, ignoró los intentos de sus asistentes por detenerlo y partió directamente hacia Fonkrank.

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